Mi espera es la misma tuya y no te la des
para divagaciones inútiles de nuestro tiempo.
Sal a prisa lanzada para alcanzar a la brisa
a la indeclinable piel de pura admiración invisible.
Al aroma moviéndote desnuda del aliento imaginativo.
Con la boca sabrosa de tu mirada dirigida cautivante
en los paseos de tu corazón donde van mis besos tristes.
A tan cuadrados pasos no te puedo redondear tus besos
y tus disimulos del amar prueban inoportuno desamor.
Graciosa nostalgia la tuya refugiada en lugar de exponerte
al beso rectangular con los ángulos de tus suspiros fugaces.
Hasta elevarte tus planas miradas en cimas de mis círculos.
Ovaladas sorpresas con que corres a tu mirada de distancia
escondida con el descubierto beso bajo tus lentes oscuros.
Poderosa mirada como viene de gravedad concentrada.
Imantados a las mismas formas con nuestra O imitándonos
cuando vas con esa exclamación sorpresiva de admiración.
Adelante con tu irresistible U y yo al revés con la mía.
Improvisados al transcurso en conexión desprogramados.
Desenredándonos de ojos figurativos a indecisas curvas
y de contornos trastornados al nuevo rumbo del amar.
Envuelta en medio del abismo con mi capa de galán
y puesta amorosa con la fuerza de soñarte al confín.
A las ganas del moverte espacial onda vibratoria
persistente hipnótica con tal intensa personalidad.
Con flores de besos sobre las nubes ardientes
a soplos inflamados cogidos en amorosa combustión.
Definida de tu eufórica verdad y genial dando la cara
a través del cerrojo de tu soberbia desenfadada.
Tempestuosa con el garbo y espigada del amar
atravesada de tu clima obcecado y enrollada del sol.
Acaso con tu luna de plástico tan frágil desorbitada
derramada absurda con señales de risas intermitentes.
En vueltas celosas a pesar del paso risueño entre penas
con los descorazonados ruegos de la burla del silencio.
Al beso eterno, con la sed de los labios interminables
mirándonos frente a frente, estrellados del amarnos.
A tal velocidad tan tuyo y mía con la intensidad infinita
recreándonos en pieles de astros con los latidos azules.
Despiertos de la ilusión y en la honestidad convertidos
a un sueño de verdad volviendo puntuales de la claridad.
Y aunque estés escondida detrás de la Luna, cada día
yo siempre te conquistaré volviendo adelante del Sol.
Claro que nunca será tarde considerando mi puntualidad
que continuamente vuelve por ti. Te voy a conquistar
aunque estés escondida detrás de la Luna.
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creador © Federico Carlos Volio
y citando el título del poema y este blog como fuente.